El mobbing o acoso laboral es una violencia psicológica premeditada, mantenida en el tiempo por parte de sus compañeros, de sus subalternos o de sus superiores. Esta destinada a perjudicar a la víctima para que ésta tenga que abandonar su puesto de trabajo recortando para ello su capacidad de comunicación y de interacción con otros, rebajando sus responsabilidades, y dirigiendo contra él críticas y mentiras infundadas de su actividad laboral e incluso acerca de su vida particular. Por lo que las victimas generalmente se encuentran aisladas, humilladas y amenazadas por el acosador y su grupo de seguidores y no son capaces de encontrar una solución a esta situación. Los acosadores ponen en marcha esta violencia por distintas razones, entre las que podemos destacar los celos, la envidia, no sólo centrada esta última sobre los bienes materiales de la víctima, sino sobre las cualidades personales positivas de la misma, como puede ser su inteligencia, su brillantez personal, su ecuanimidad, etc.
El proceso del acoso laboral suele seguir las siguientes etapas. La primera es “falsa seducción”, el acosador se hace “amigo” de la futura víctima. Intenta ganarse su confianza para conseguir toda la información posible de su vida personal, sus cualidades, sus puntos débiles. En esta etapa, además, intentará comprobar si la posible victima carece de capacidades de confrontación o si, por el contrario, podría representar un riesgo. La segunda: “Manipulación o maltrato psicológico” el acosador comienza con unos pequeños ataques de prueba, comprobando la respuesta del acosado. También se dedicará a ir dañando la imagen de la víctima delante de compañeros y superiores, tratando de justificar el acoso y conseguir apoyos. La tercera es la “Confrontación” tanto el acosador como su grupo de seguidores, comienzan a realizar ataques sistemáticos y continuos contra la víctima. La violencia suele ser verbal (insultos, amenazas, insinuaciones…) y la cuarta “violencia física” a esta fase sólo llegan las victimas más resistentes, que ya identifican el acoso como tal y suponen un peligro real para el status personal y profesional del agresor, por lo que éste incrementará la violencia de los ataques, en un intento de destruirla por completo.
El desconocimiento de esta problemática por gran parte de la sociedad y la ignorancia acerca de su gravedad y consecuencias hacen que se agrave la situación. Otras veces, aun dándose cuenta de la gravedad de la situación, la víctima y sus allegados no saben qué hacer ni a quién acudir. Si bien, es importante que la empresa posea una adecuada organización del trabajo y de la puesta en práctica de los instrumentos necesarios para prevenir, regular y, en su caso, sancionar problemas interpersonales. No siempre se cuenta con los recursos para prevenir, por lo que es importante en ese momento pedir ayuda a un profesional.