El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.
El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.
Las causas y la intensidad del estrés son diferentes para cada persona. Estas son algunas posibilidades:
Laboral: ya ser por demasiadas responsabilidades o por una mala relación interpersonal con un superior, subordinado o compañero.
Problemas familiares: puede que convivamos con un ser querido que no esté en su mejor condición física o mental y tengamos que cuidar de él, eventos traumáticos como la pérdida de un familiar, problemas económicos en casa, con nuestra pareja o incluso si tenemos hijos, que se comporten de forma indeseada.
Grandes cambios: Una mudanza, un cambio de ciudad, la propia ruptura sentimental y por tanto finiquitar con todas esas actividades cotidianas y rutinarias que nos hacían sentir protegidos pueden ser fuentes importantes de estrés. Casarse o tener hijos también provoca cierta ansiedad ante el futuro, ya que podemos tener pensamientos negativos sobre una nueva etapa en nuestra vida. Sólo hay un lugar en el que puedes vivir y disfrutar, y es este momento presente, el que tienes aquí y ahora, si dejas que tu mente se vaya hacia el pasado o futuro, te estresarás y será un estrés no real, porque te lo creas tú con tus pensamientos.
Personas tóxicas: Ya sea en nuestro círculo de amigos o en nuestro propio trabajo, podemos padecer a las llamadas “personas tóxicas”. Lo ideal para que un mal ambiente no nos cause estrés, sería estar el mínimo tiempo posible con este tipo de personas. Pero como muchas veces no es posible, porque puede tratarse de familia, o en el trabajo donde tenemos que pasar tantas horas, sería bueno que el poco tiempo libre que tuviéramos se disfrutara a tope, para así equilibrar la balanza de negatividad a la que hemos tenido que estar expuestos.
El estrés es uno de los grandes males que aquejan a las sociedades de hoy en día. Y si no se tratan a tiempo, puede desembocar en una patología seria de origen psicológico, como trastornos de ansiedad o depresión. Por eso es importante realizar actividad física o actividades recreativas en donde haya contactos con otros y concurrir a un espacio terapéutico para identificar los indicadores que disparan los altos niveles de estrés y desarrollar recursos para poder disminuirlas.
El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.
Las causas y la intensidad del estrés son diferentes para cada persona. Estas son algunas posibilidades:
Laboral: ya ser por demasiadas responsabilidades o por una mala relación interpersonal con un superior, subordinado o compañero.
Problemas familiares: puede que convivamos con un ser querido que no esté en su mejor condición física o mental y tengamos que cuidar de él, eventos traumáticos como la pérdida de un familiar, problemas económicos en casa, con nuestra pareja o incluso si tenemos hijos, que se comporten de forma indeseada.
Grandes cambios: Una mudanza, un cambio de ciudad, la propia ruptura sentimental y por tanto finiquitar con todas esas actividades cotidianas y rutinarias que nos hacían sentir protegidos pueden ser fuentes importantes de estrés. Casarse o tener hijos también provoca cierta ansiedad ante el futuro, ya que podemos tener pensamientos negativos sobre una nueva etapa en nuestra vida. Sólo hay un lugar en el que puedes vivir y disfrutar, y es este momento presente, el que tienes aquí y ahora, si dejas que tu mente se vaya hacia el pasado o futuro, te estresarás y será un estrés no real, porque te lo creas tú con tus pensamientos.
Personas tóxicas: Ya sea en nuestro círculo de amigos o en nuestro propio trabajo, podemos padecer a las llamadas “personas tóxicas”. Lo ideal para que un mal ambiente no nos cause estrés, sería estar el mínimo tiempo posible con este tipo de personas. Pero como muchas veces no es posible, porque puede tratarse de familia, o en el trabajo donde tenemos que pasar tantas horas, sería bueno que el poco tiempo libre que tuviéramos se disfrutara a tope, para así equilibrar la balanza de negatividad a la que hemos tenido que estar expuestos.
El estrés es uno de los grandes males que aquejan a las sociedades de hoy en día. Y si no se tratan a tiempo, puede desembocar en una patología seria de origen psicológico, como trastornos de ansiedad o depresión. Por eso es importante realizar actividad física o actividades recreativas en donde haya contactos con otros y concurrir a un espacio terapéutico para identificar los indicadores que disparan los altos niveles de estrés y desarrollar recursos para poder disminuirlas.